Yiya Murano | La Envenenadora de Monserrat



Yiya Murano | La Envenenadora de Monserrat

1979
Buenos Aires
Argentina


María de las Mercedes Bernardina Bolla Aponte de Murano, o apodada simplemente "Yiya" entre sus amigos y familiares; nació el 20 de mayo de 1930 en Corrientes, Argentina.

Era hija de una familia de militares de clase media-alta, quienes luego de un traslado por cuestiones laborales terminaron viviendo en Buenos Aires. Allí se caso con un reconocido abogado, quien la mantenía.

Si bien ella se recibió de maestra, nunca ejerció la profesión y tampoco trabajó. "Prometió mantenerme toda la vida" diría mas tarde, con respecto a su primera marido.

Quienes creían conocerla dicen que se presentaba como una mujer educada, refinada, comprensible y sobre todo solidaria con sus amigas.

Pero también muchos que la conocieron afirmaban que en realidad era una mitomana, y siempre inventaba relatos sobre su vida con un poder de convencimiento que creía mas de uno.

Solía jactarse entre sus amigas de sus múltiples amantes, de tener contactos en altas esferas y de lo mucho que le gustaba derrochar el dinero en ropa importada y joyas.

Aunque a simple vista daba la impresión de ser una persona de buena posición económica y alta educación, no tenia estudios universitarios y el dinero parecía nunca alcanzarle.



Estafas

Pero todo se acrecentó cuando se separo de su primer marido, quien a pesar de que le pasaba una pensión, no le alcanzaba para solventar sus lujosos gustos y estilo de vida.

En 1979, Argentina vivía sus años más oscuros. La economía estaba en un sistema de devaluación programada por lo que había un desanimo generalizado en los ahorristas y la sociedad.

Fue así que invento un relato para conseguir dinero. "Yiya" Murano entró en escena prometiendo entre sus conocidos que podría hacerles ganar mayor tasa de interés que las que otorgaban los bancos.

De esta manera fue que muchos de sus conocidos le dieron grandes cantidades de dinero para ser invertida creyendo en su relato, la mayoría amigas y familiares que le tenían confianza.

Pero la mentira tiene patas cortas y pronto sus acreedores empezaron a solicitar el dinero que le habían dado para invertir, mas el supuesto beneficio económico.



Nilda Gamba

El 10 de febrero 1979, "Yiya" Murano fue a visitar a su amiga Nilda Adelina Gamba con la excusa de comer  juntas y charlar sobre el dinero que le había dado, ya que era una de sus acreedoras.

Nilda tenia 60 años, era soltera y amiga de Murano hace muchos años. La visita se desarrolla con normalidad, cenan pescado y luego deciden tomar un té.

Pero lo que no sabia Nilda es que su amiga Murano llevaba siempre en su bolso un frasco con cianuro disuelto en agua. Murano decide ponerle unas gotas en el té de su amiga.

Nilda Gamba empieza rápidamente a tener dolores estomacales punzantes, a lo que Murano le indica que llamara a un medico.  El medico guiado por los dichos de Murano cree que tiene un ataque al hígado y le receta unas pastillas.

Pasadas unas horas Nilda continua adolorida, por lo que deciden llamar a otra medico. El medico guiado por el diagnostico anterior le receta un inyectable y se retira del lugar.

Murano consigue una enfermera y le inyectan el calmante. La enfermera se retira del domicilio sin antes escuchar que Murano le decía a su amiga que se tome el agua que le dejo en la mesa de luz.

Mas tarde la enfermera seria una testigo en el juicio, pues Murano había puesto cianuro en el agua, lo que dejaría inconsciente a Nilda y le provocaría su posterior muerte.

El domingo 11 de Febrero Murano llama a un familiar de Nilda y a un medico, quien constata la muerte y la califica como "paro cardíaco no traumatico", evitando así la autopsia.

De esta forma, Nilda Gamba, fue sepultada con normalidad como si hubiera muerto de un infarto y Murano seguiría impune, incluso iría al velatorio de su amiga.



Lelia Formisano

Lelia Élia "Chicha" Formisano de Ayala vivía en el primer piso departamento B, de la calle Belgrano al 2481. Era amiga de Murano y también acreedora, pues también había sido victima de sus tretas.

El 19 de febrero de 1979, Murano le pide a su amiga que le de un tiempo mas para devolverle el dinero y ademas planifican un viaje juntas a Mar del Plata. Luego deciden salir a dar unas vueltas.

Salen juntas a hacer unas compras y vuelven a las 11 de la mañana con una caja de masas finas. Pasan un tiempo en el departamento, y luego Murano se retira a su domicilio.

Vuelve a la tarde del mismo día, frente a la mirada del portero decide llamar a la puerta, sin respuesta. Le comenta al portero de que habían quedado en salir esa tarde y le parecía raro que no contestara.

El portero le indica que quizá salio, por lo que Murano se retira. Luego vuelve a la noche, y hace una escena muy parecida con el fin de dejar demostrado su preocupación por su amiga. Finalmente se va a su casa.

Tres días después, un olor putrefacto invade el edificio de calle Belgrano. El portero decide llamar a la policía, y una vez llegada, ingresan al domicilio.

Encuentran a Lelia Formisano tirada en el sofá del living, muerta. En la mesa había unas masas finas y el té servido. Mas tarde se sabría que Murano había inyectado cianuro en las masas finas y el té de Lelia.

Nuevamente se califica la muerte como "paro cardíaco no traumático", evitando la autopsia y es sepultada.



Carmen Zulema Venturini


Carmen Zulema del Giorgio de Venturini, también apodada "Mema", era prima hermana de Murano y también como las otras una de sus acreedoras; quien ademas había vendido un inmueble y un auto para invertir el dinero.

Carmen era viuda, y había sido esposa de un importante empresario quien, tras su muerte, le había dejado una gran suma de dinero para ella y su hija.

Unos días antes del 24 de Marzo, Carmen le había exigido el dinero a Murano, por lo que Murano tuvo que hacerle una serie de pagares. Los mismos estaban en poder de Carmen.

El día 24 de Marzo de 1979, Carmen abre la puerta de su departamento, con un gesto como asfixiándose y cae desplomada por las escaleras hacia el interior del edificio.

Los vecinos desesperados ven la escena y se acercan a ella, llaman a una ambulancia pero ya era tarde. Carmen muere en el palier del edificio.

En ese momento aparece Murano con un paquete de masas finas, mostrándose sorprendida por el fallecimiento de su amiga y dice: "Dios mio, es la tercer amiga que se me muere en poco tiempo".

Luego le pide al portero que le abra la puerta del departamento de Carmen, pues necesitaba sacar la agenda con los teléfonos de la familia para comunicarles lo sucedido.

El portero la acompaña y ve cuando se guarda un papel y un frasco pequeño. El portero le recrimina, a lo que ella se justifica diciendo que era un remedio de ella, luego se retira rápidamente.

Cuando llega la hija de Carmen se da cuenta que el pagare que le había realizado Murano, no se encontraba en el domicilio de su madre, a lo que el portero le cuenta lo sucedido y comunica sus sospechas a la policía.

Mientras tanto en la autopsia de Carmen se descubre que tenia una congestión generalizada en el estomago, por lo que se ordena un examen toxicológico.

En el examen se descubre que el cuerpo contenía 400 miligramos de cianuro, por lo que había sido envenenada. Automáticamente se ordena la exhumación de los cuerpos de Lelia Formisano y Nilda Gamba.

Se descubre que tanto el cuerpo de Lelia Formisano y Nilda Gamba contenían restos de cianuro en grandes cantidades. Es entonces cuando se expide una orden de detención para Murano.

 
Detención y Juicio

El 27 de Abril de 1979, es detenida en su casa de calle México. En ese momento solo pidió que le permitiesen ponerse un abrigo y arreglarse un poco. Se declaró inocente de todos los cargos.

El caso automáticamente se volvió una noticia nacional. Los medios la apodaron "La envenenadora de Monserrat" y fue primera plana y uno de los casos mas cubierto por los medios.

En los interrogatorios y juicio posterior, nunca acepto su responsabilidad en los envenenamientos. Si acepto haber pedido plata prestada pero indicaba que la había devuelto y por eso también tenia el pagare de Carmen en su poder.

En 1980 las trabajadoras del Servicio Penitenciario encuentran a "Yiya" desmayada en los pasillos de la prisión. Era un tumor que luego le fue extirpado. Murano logro recuperarse totalmente.

Los informes del caso Murano destacan la manera, casi convincente, de hablar de la acusada. Quizá esto le valió para que en 1982 el juez Ángel Mercado la encontrara inocente de las muertes y ordenó su inmediata libertad.

Pero los familiares de las victimas apelaron y ejercieron una fuerte presión en los medios. En 1985 la Cámara de Apelaciones la encontró culpable de los cargos en su contra y volvió a prisión.

Fue condenada a Cadena Perpetua, pero gracias a la "Ley del Dos por Uno" -una ley donde cada día que el procesado pasaba sin sentencia firme se debía computar doble- termino solo cumpliendo 16 años.

Mientras tanto el hijo de Murano, Martín Murano, escribió un libro en 1994 donde contaba que su madre le había confesado los crímenes. Aun después de eso, ella siempre negó su culpabilidad.

El 16 de Noviembre de 1995, recupero la libertad después de 16 años de encierro. A los jueces que formaron parte de su libertad, les envió bombones. Nunca se supo si los comieron. 

Cuando salio fue invitada a numerosos programas como personaje tristemente celebre, e incluso formo parte de series como "Mujeres Asesinas", entre otras.

Se casó con un hombre ciego y vivían con la hija de él, que la echó de la casa por creer que la estaba envenenando. La denuncia quedo en la nada ya que nunca pudo comprobarse.

Durante sus últimos años residió en el barrio porteño de La Boca, y actualmente vive en una residencia geriátrica para ancianos. Se dice que padece de demencia senil.


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